Llevaba en la carpeta
un alcalde el presupuesto a pleno.
Sin pasar por la glorieta,
iba con aire sencillo, talante y muy sereno,
proclama a sus vecinos ¡tropecientas!
¡por fin cuadran las cuentas!
Con tanta complacencia
quedó soñando, ensimismado,
feliz con su gerencia,
su buen proyecto realizado.
Paseaba dichoso el buen alcalde,
ordenando sus ideas parlaembalde:
“El parking subterráneo
nos aportará buenos ingresos,
dejaremos de ir de cráneo,
gastaremos más y pagaremos los excesos,
sacando nuevos proyectos que al buen amigo
alegren, votándonos y llenándonos el ombligo.”
“Con la renta recaudada
más la subida de impuestos
invertiremos desordenada
la pasta, para crecer aprestos;
desempeñaré por fin mi gran papel
y los euros entrarán a tropel.”
“Adquiriremos el terreno
para ubicar un polígono,
con las empresas de estreno,
empleo, riqueza, futuro; un trígono
que permita cumplir con proveedores
y no nos traten más de poco emprendedores.”
Tan encantado estaba
de sus números y cuenta
olvidándose que el parking era una caraba,
proyecto inexistente y sin pasar a imprenta.
¡Perdición! ¡se fue el dinero!
riqueza, empleo y futuro se caen al agujero.
¡Castillos en el aire!
Fábula, fantasía irresponsable
de aquellos que a socaire
fabrican presupuesto inalcanzable.
¡Despierta! mejor andar seguro,
cierto y sin despilfarrar un duro.
Quien mucho pretende crecer
con negocio imaginario
actúa cual irresponsable chanciller,
y el pueblo por corolario,
decepcionado, triste y en ruinapagará burlado y solo tanta pamplina.
un alcalde el presupuesto a pleno.
Sin pasar por la glorieta,
iba con aire sencillo, talante y muy sereno,
proclama a sus vecinos ¡tropecientas!
¡por fin cuadran las cuentas!
Con tanta complacencia
quedó soñando, ensimismado,
feliz con su gerencia,
su buen proyecto realizado.
Paseaba dichoso el buen alcalde,
ordenando sus ideas parlaembalde:
“El parking subterráneo
nos aportará buenos ingresos,
dejaremos de ir de cráneo,
gastaremos más y pagaremos los excesos,
sacando nuevos proyectos que al buen amigo
alegren, votándonos y llenándonos el ombligo.”
“Con la renta recaudada
más la subida de impuestos
invertiremos desordenada
la pasta, para crecer aprestos;
desempeñaré por fin mi gran papel
y los euros entrarán a tropel.”
“Adquiriremos el terreno
para ubicar un polígono,
con las empresas de estreno,
empleo, riqueza, futuro; un trígono
que permita cumplir con proveedores
y no nos traten más de poco emprendedores.”
Tan encantado estaba
de sus números y cuenta
olvidándose que el parking era una caraba,
proyecto inexistente y sin pasar a imprenta.
¡Perdición! ¡se fue el dinero!
riqueza, empleo y futuro se caen al agujero.
¡Castillos en el aire!
Fábula, fantasía irresponsable
de aquellos que a socaire
fabrican presupuesto inalcanzable.
¡Despierta! mejor andar seguro,
cierto y sin despilfarrar un duro.
Quien mucho pretende crecer
con negocio imaginario
actúa cual irresponsable chanciller,
y el pueblo por corolario,
decepcionado, triste y en ruinapagará burlado y solo tanta pamplina.
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