Pocas veces podemos ver con tanta claridad las inmensas contradicciones de los todopoderosos partidos socialista y popular como en el discurso “europeísta de opereta” que nos ofrecen a dúo en esta campaña. Hablan de una Europa unida y fuerte al mismo tiempo que en sentido contrario desvertebran España, vaciando las arcas y el Estado, aumentando la desigualdad entre los ciudadanos españoles según el territorio donde vivan y agravando las consecuencias de la crisis, este es el verdadero resumen de sus propuestas.
Desde Unión, Progreso y Democracia nos preguntamos cómo se atreven a pedir una educación, una sanidad, unas fuerzas de seguridad comunes, para todos los ciudadanos europeos, mientras aquí, donde se reparten el gobierno de las administraciones, hacen todo lo contrario. Sus gobiernos pretenden seguir en la dirección de crear desigualdades a cambio de apoyos políticos con tal de mantenerse en el poder. En nuestro país han creado diecisiete sistemas educativos distintos y sin embargo ahora nos piden el voto para unificarlos en Europa. Nos piden homologar la sanidad en todos los países de la Unión pero aquí donde ellos tienen la responsabilidad de gobernar crean diecisiete calendarios de vacunación y distintos derechos asistenciales según donde se resida. Aquí se prima económicamente una policía independiente para cada autonomía (aún a costa de maltratar a los agentes de los cuerpos estatales) y sin embargo de cara al electorado se les llena la boca apostando por una integración policial europea. En definitiva nos piden el mismo voto para hacer lo uno en Europa y lo contrario en España.
Estos políticos demagogos y amigos del nacionalismo deberían tener claro que el criterio para fragmentar o unificar servicios debería ser sólo el de la eficacia y buena gestión hacia los intereses de los ciudadanos y no el suyo que es el de mantener su cuota de poder a cualquier precio en los gobiernos nacionales, regionales o municipales. La codicia partidista coloca sus propios intereses muy por encima de los del conjunto de los ciudadanos, sufridores de sus contradicciones y falta de buen criterio.
Para UPyD se hace más necesario que nunca una España fuerte en una Europa unida, esto sí es avanzar en una dirección progresista, reconociendo la igualdad entre todos los dueños del estado de derecho, el conjunto de los españoles. El 7 de junio es muy importante votar, pero votar con la ilusión de que se pueden hacer las cosas mejor, votar sin una pinza en la nariz, darse el gusto de votar UPyD demostrando que somos muchos los que no creemos lo que nos venden por sus televisiones, empeñadas en cercenar la democracia y en mantener el actual bipartidismo imperfecto, con tal de asegurarles la mitad de la tarta para cada uno.
Avancemos junto al resto de europeos para conseguir una verdadera y más eficaz administración común europea que nos permita libremente formar una Europa unida tan necesaria para salir cuanto antes de la grave crisis del presente y afrontar con garantías los retos del futuro.
