EL AGOTAMIENTO DEL ACTUAL PANORAMA POLÍTICO EN ESPAÑA

Qué sucede cuando los extremos pasan a ocupar el centro?Hagamos un poco de política ficción, imaginemos un supuesto tablero en el que representamos las distintas fuerzas políticas de España, atendiendo a sus propias etiquetas el lado derecho del tablero estaría ocupado por un Partido Popular que ha absorbido todo lo de ese lado, desde el centro derecha hasta la extrema derecha. Por el otro lado un PSOE que se considera de izquierdas, desde la socialdemocracia hasta los prácticamente extinguidos comunistas. Ninguna de las dos fuerzas parece en condiciones de dominar por mayoría absoluta a la otra, y seguramente no sería deseable, es decir las dos necesitan un apoyo extra que sume los votos suficientes para gobernar, pues damos por sentado que jamás pactarán entre ellas, hemos aquí que necesitan colocar en el centro del citado tablero un “centro” que posibilite el gobierno, pero resulta que esta tercera fuerza la constituyen una serie de opciones nacionalistas, que por definición son reaccionarias y enemigas del estado del que quieren salir. Pero los grandes partidos desean el poder a toda costa y no tienen reparo en pactar para ir regalando trozos del pastel, que es de todos, a los insaciables extremos reaccionarios que desde su posición central del tablero dominan el juego. Llega el momento en el que ya no queda nada que repartir y por supuesto a los “usurpadores” del centro, sólo les resta pedir la total independencia de un estado vacio que sólo puede suponer un lastre para su desarrollo.Estamos a punto de pasar a esta nueva fase del juego, tras 30 años siguiendo esta dirección, y si los ciudadanos no lo impiden, el Estado de Derecho, entendido como la suma de todos los españoles, desaparecerá, lo peor no es en sí esta desaparición, si no el engaño que habrán sufrido sus verdaderos dueños a manos de unos administradores que han puesto su empeño en mantenerse en el poder aún malvendiendo una finca que no era suya.También puede suceder que los ciudadanos reaccionen, pidiendo un tiempo muerto, decidiendo fichar a un nuevo jugador, para sustituir, en el centro del tablero, al pivote reaccionario por uno progresista. Esta nueva fuerza política debe contar con las mejores ideas progresistas de la derecha y la izquierda, arrinconando sus lastres reaccionarios históricos ya desfasados, debe tener claridad de ideas, expresarlas con la contundencia que la ley permite y no mostrar miedo ante el disgusto de los nacionalistas que se verán desplazados a su lugar natural, el extremo, desde donde deben aportar el contrapunto necesario para que el sistema funcione. Esta es mi visión de la jugada que podemos llevar adelante apoyando al nuevo partido de Rosa Diez, Fernando Savater, etc., UNION PROGRESO Y DEMOCRACIA, implicarse en sacar a la cancha un joven y preparado jugador que articule nuevas mayorías, regenerando la democracia española.